Me imagino que debo de ser la más tardona en esto de escribir mis impresiones sobre el Global Education Forum, pero al final me he decidido a contaros mi experiencia, aunque no sea tan seria ni tan profunda cómo las que ya han publicado algunos de los asistentes.

Os la cuento por mini-capítulos ;-))

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1. El anuncio

Unos días antes del Forum me llegó noticias sobre su celebración a través de la lista de correo que tenemos en el claustro de bachillerato de la mano de mi compañera @albonubes. Al ver el programa fui corriendo a inscribirme, pero llegué tarde: la inscripción estaba cerrada. Escribí a la organización, mandé twits a través de twitter y le puse una vela a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles. ¡Snif! ¡yo quiero irrrrrrrrrrrrrrrr! ¡por favorrrrrrrrrrrrrr!

2. La resignación.

Me llega un correo comunicándome que es imposible la entrada pero que el evento se retransmitirá por streamming. Bueeeeeeeno, menos da una piedra, pero estando en clase va a ser muy complicado escuchar a Prensky, ya me lo veo venir…

3. La envidia cochina.

Llega el día… y yo en clase, sabiendo que a 200 metros de mi aula iba a tener lugar un evento al que me hubiera encantado asistir. Cómo no me resigno a perdérmelo me conecto a todo lo conectable al llegar a clase. Me toca electrotecnia. Antes de que toque el timbre leo en el twitter que algunos amigos están entrando: @bernabe, @chelucana, @jmonteo, @ flosflorum, @yolajb,@eRomanMe @rakytran,…

¡Ahgggg! ¡Yo también quiero! así que en un ataque impulsivo-compulsivo, mando trabajo a mis chicos, me voy a ver a mi jefa y me lio  la manta  en la cabeza… Mi jefa no está, pero está mi ex-jefe que está másque  acostumbrado a lidiar con estos ataques que me dan de repente -sólo me dan en raras ocasiones, no penséis mal- y se ofece a sustituirme un par de horas, aunque no sabe muy bien que le estoy contando ni a dónde queiro ir con estas prisas.

Salgo corriendo a la calle, colandome por el comedor del cole y presentándome en la puerta del reina Sofía en la que había una cola de personas que echaba “patrás” ¡ainssssssss!!!

4. Se me aparece un ángel.

Veo detrás del cristal a toda la panda de ilustres amigos twiteros-blogueros, ya dentro del edificio y… una cola kilométrica para entrar, esperando delante de una guarda de seguridad con la orden de que allí no entrara ni un alma más.

Cuándo ya me resignaba a mi suerte, aparece por la puerta una persona de la organización, cual ángel disfrazado, que me reconoce y me dice las palabras mágicas ¡ábrete sésamo! y ¡Voilà! ¡estoy dentro! ¡no me lo puedo creer!, pero es que ademá,s tengo la suerte de sentarme en la segunda fila  al lado de @jmonteo, @rakytran y @apuntesdelengua ¡estupendo! justo cuando empieza la charla de Prensky

5. Qué bueno es tener buenos compis

¡Pues cualquiera se va ahora a clase! llamo a mi jefa a contarle “mi situación comprometida en la segunda fila” y a pedirle que me de vidilla un par de horas más y ¡me la da!, así que @martamontero se queda sin hora libre y me sustituye en informática -en mi defensa diré que la clase está organizada de manera que los chicos trabajan a su ritmo, usando moodle+blogs+herramientas 2.0 y que pueden seguir su ritmo de clase aunque yo falte un día, pero esta organización de mi aula ya os la contaré en otro rato ya que está funcionando de maravilla ;-)).

6. Subidón

La charla de Prensky me encantó: ¡qué bueno es escuchar a los buenos ponentes! aunque se discrepe en algunas cuestiones o enfoques  fue un gustazo estar allí y escucharle. Aluciné un poco con la presentación y el turbo que metió al final, pero se le perdonó. Creo que fue un placer y un lujo aiastir a su charla  en persona. Podéis leer las estupendas crónicas que se han hecho ya de su intervención.

7. Lo mejor:  el pasilleo entre cafés

Después, en el café, estuvo genial coincidir con los amigos twitteros y tomar un cafelito. No me gustó que en este momento los conferenciantes estuviesen en una zona vip, separados del resto: ese tipo de detalles me desagradan ya que marcan distancias en dónde debería existir cercanías.

8. Huida y vuelta al aula.

En cuanto acabó Punset, por cierto pude volver a comprobar -ya lo escuche en la Thinking party- lo bien que cae al personal, me tuve que marchar.  Conseguí escabullirme por una de las puertas laterales gracias a una azafata muy amable que me ayudó a saltar por una tarima que separaba mi fila del pasillo para no tener que levantar a toda la panda de twitteros 😉 y, de nuevo volver a mi aula. ¡Vuelta a la realidad!

9. Streamming.

Por la tarde tuve que pasar a modo madre por lo que no me quedó otra que seguir lo que pude y me dejaron por streamming: ¡qué gran invento, madre mía! entre el vídeo y el twitter una sintió que está allí, ¡lástima de que la vídeoconferencia de Sir ken Robinson no se retransmitiera! eso sí, gracias a los amigos y amigas de la sala pudimos ver los vídeos y acercarnos a lo que contó.

10. ¡Por fin! ¡Un docente en el patio!

A la mañana siguiente para mí fue toda una sorpresa encontrame con Richard Gerver: ámeno, simpático, divertido, tierno, auténtico, convincente, creible… Personalmente creo que fue el mejor orador de todos. Y, lo más importante, por fin escuchamos hablar a un docente hablando de educación: marcó la diferencia.
Fue un regalo y un placer escucharle.

11. ¿Qué pintan las empresas hablándonos de educación?

Se acabó lo que se daba: lo siento, pero no se que pintaban estas empresas hablando en un foro como este ¿su objetivo no es ganar dinero? pues eso. A mi me encantaría que fuese al revés, y estas empresas se sentaran a escucharnos a nosotros, docentes, de cómo pueden colaborar en la educación de nuestros  niños, y nuestras niñas. Me pone muy, muy nerviosa comprobar que , de repente, tengo delante mía a estos señores, que representan a entidades no educativas -no lo olvidemos- diciéndome como tengo que hacer mi trabajo y cómo hay que cambiar la educación ¡por favor! ¡seamos serios! Icaro y Bernardo están muy bien en foros de emprendedores o empresas, ahí lo bordan, pero ¿en este foro?

12. Frustración, final, y todo sigue igual… o no 😉

A medida que se acababa el foro me iban entrando unas ganas de levantarme y de gritar al personal : ¡y ahora qué! pero me contuve que una es muy educada y no le gusta llamar la atención: jijijiji

Los que llevamos ya un tiempo en esta línea de cambio, de transformación empezamos a estar algo cansados de tanta reflexión, tanto debate, tanta ponencia, tanto gurúsinaula, tanta palabra…
Y llegas a contradicciones internas, ya que por un lado necesitas seguir escuchando, seguir reflexionando, seguir escribiendo, seguir fomentado el debate y, por otro, te gustaría que todo fuese más rápido, más efectivo, más contundente.

Támpoco me gusta que el debate, en algunos momentos, se reduzca  a un pulso entre pública y concertada, o entre opciones políticas. Lo siento, pero me gustaría que la Educación, con mayúsculas, estuviera en un plano diferente de discusión.

Y de momento me entra un desánimo horroroso…

Pero el lunes vuelvo a mi clase, a mis alumnos, a mis 21  horas de clase semanales, a mi tutoría, y al trabajo diario. Y en mi clase intento aplicar lo que creo que es mejor para mis chavales y su educación en la parte pequeñita, pequeñita, que me toca.
Y como una hormiguita sigo, en clase hora tras hora, intentando ser honesta con mis alumnos.

Y no lo puedo evitar, pero, me resisto a pensar en ellos como clientes, hasta metaforicamente.

Porque mis alumnos están hoy y ahora en mi clase, en mi aula.

Porque mis alumnos no pueden esperar ese gran cambio educativo.

Porque mi responsabilidad está en educarles hoy, en presente.

Y, gracias a los blogs, a twitter, a los saraos, a las conferencias y a los encuentros personales y virtuales con otros docentes que están a pie de aula diariamente y que tienen, curiosamente, las misma inquietudes que yo, soy capaz de realizar un gran acto de fe y creer en que estamos en el buen camino y, que cada vez somos más, y que nuestros chicos y chicas se lo merecen.

Los vídeos de las ponencias

Crónicas de las buenas las encontrarás en los siguientes enlaces:

ACTUALIZACIÓN.

CONTINUARÁ…